Cuando en nuestros talleres tenemos la oportunidad de conversar con los empresarios, muchos agradecen poder recibir capacitación pero confiesan que ellos no suelen capacitar a su gente. El principal argumento es que la capacitación es una inversión que les resulta demasiado “cara”. La pregunta es: ¿Es realmente cara?, ¿Qué beneficios podemos obtener de ella?
Algunos de los beneficios que podemos lograr son:
- Diferenciar mi empresa: Debido a un alto nivel de atención o mayor eficiencia en los procesos.
- Acorta los tiempos de aprendizaje: Lo cual se traduce en menores costos y mayor eficiencia.
- Clarifica las tareas y los roles de los puestos: Cada persona sabe qué le compete hacer y cuales son sus responsabilidades.
- Mejora la relación entre jefes y subordinados: Porque los jefes pasan a ser educadores que se preocupan por sus colaboradores.
- Crea espacios de comunicación: Donde se pueden intercambiar opiniones y buscar soluciones o sugerencias de mejora.
- Permite alinear las metas individuales con las de la empresa.
La capacitación no tiene porqué ser cara, uno puede capacitar a su gente, sin necesidad de contratar a un experto:
- Leyéndole fragmentos de periódicos, libros, revistas especializadas (como esta), información de Internet, etc.
- Escuchando: Programas de radio donde se traten temas de interés para tu equipo.
- Viendo y grabando programas de televisión que tengan un contenido que pueda ser aprovechado por tus colaboradores.
Como vemos no hay excusa para no capacitar a nuestra gente y lo mejor de todo es que el tiempo que le dediquemos a nuestro personal es parte de ese “salario intangible” que muchas veces es tan o más valorado que el monetario.
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